la educación, un derecho para todos los niños

En Kenia hay más de 1.2 millones de «huérfanos del sida». El aumento dramático del número de huérfanos ha empujado a miles de niños a abandonar la escuela y a encontrar medios que les permitan sobrevivir. En Amigos de Nyumbani trabajamos para cambiar esta realidad.

La educación es la mejor manera de proteger a los niños y las niñas contra la pobreza y la mejor herramienta para hacer frente a la enfermedad, el hambre o la discriminación. Este proyecto ayudará a la escolarización de 60 niños huérfanos afectados por la pandemia del SIDA en Kenia y asegurará la continuidad de su educación.

Actualmente tenemos más de 900 niños huérfanos en nuestro programa en el Village y 111 en nuestro orfanato en Nairobi. Dado que el número de niños crece rápidamente y que la educación pública es gratuita sólo hasta el grado 8, necesitamos aumentar los fondos necesarios para conseguir que estos niños conserven su derecho a la educación. Para ello, ha sido necesario crear un programa de becas que nos permita hacer frente a los gastos de  escolarización de todos los niños y niñas. El programa cubre no sólo la matriculación sino también el coste de los libros de texto, transporte, alojamiento y manutención (cuando fuera necesario) y gastos personales.

Los menores acuden diariamente al colegio y son supervisados por el equipo de profesionales que vive con ellos, asegurando así la consecución de los objetivos. A todos los niños se les realiza un seguimiento personalizado.

Desde Amigos de Nyumbani, con tu ayuda, podemos conseguir que estos niños y niñas conserven su derecho a la educación y a un futuro.

¿Cuál es nuestro objetivo?

Conseguir la escolarización de 60 niños durante un año. El coste de niño por año incluye: matriculación, libros de texto, transporte, alojamiento y manutención y gastos personales.
Fondos necesarios: 20,500€.

Con tu aportación, estos niños aprenderán a leer y a escribir, tendrán herramientas para combatir el SIDA y la pobreza, desarrollarán sus capacidades intelectuales, podrán acceder a un trabajo profesional y posiblemente en un futuro, tendrán una mejor capacidad para educar a sus hijos.